viernes, 7 de agosto de 2015

||>> Las cicatrices de un coraz贸n.

(Por Brisna Bustamante S.)
☆ Leer: 1 Corintios 13:13 ☆
"En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que 脡l nos am贸 a nosotros y envi贸 a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados".
- 1 Juan 4:10 (NTV).-

Me contaron una historia acerca de un pueblo cuyos habitantes ten铆an la particularidad de ser capaces de ver el estado del coraz贸n de las personas.

Un d铆a, un joven de dicho pueblo, se situ贸 en la plaza central y proclam贸 que 茅l pose铆a el coraz贸n m谩s hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congreg贸 a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su coraz贸n era perfecto, pues no se observaban en 茅l ninguna herida ni rasgu帽os.

Todos coincidieron que era el coraz贸n m谩s hermoso que hubieran visto.

Al verse admirado el joven se sinti贸 m谩s orgulloso a煤n, y con mayor fervor asegur贸 poseer el coraz贸n m谩s hermoso de todo el vasto lugar.

De pronto un anciano se acerc贸 y le dijo: - Perdona mi atrevimiento, pero por qu茅 dices eso, si tu coraz贸n no es tan hermoso como el m铆o, o el de tantas otras personas?

Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el coraz贸n del anciano y vieron que, si bien lat铆a vigorosamente, 茅ste estaba cubierto de cicatrices y hasta hab铆a zonas donde faltaban trozos y 茅stos hab铆an sido reemplazados por otros que no encajaban perfectamente en el lugar, pues se ve铆an bordes y aristas irregulares a su alrededor.

Es m谩s, hab铆an huecos donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogi贸, ¿c贸mo puede 茅l decir que su coraz贸n es m谩s hermoso?, se dec铆an unos a otros.

El joven contempl贸 el coraz贸n del anciano y al ver su estado, se ech贸 a re铆r. 

Debes estar bromeando, dijo. Compara tu coraz贸n con el m铆o. El m铆o es perfecto. En cambio el tuyo est谩 lleno de heridas y cicatrices.

Es cierto, dijo el anciano. Cada cicatriz representa una persona a la cual entregu茅 todo mi amor.

Arranqu茅 trozos de mi coraz贸n para entreg谩rselos a cada uno de aquellos que he amado.

Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que qued贸 abierto. 

Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.

Hubo oportunidades en las cuales, entregu茅 un trozo de mi coraz贸n a alguien, pero esa persona no me ofreci贸 un poco del suyo a cambio, por eso tengo los huecos.

Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que alg煤n d铆a, tal vez, regresen y llenen el vac铆o que han dejado en mi coraz贸n.

¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?

El joven permaneci贸 en silencio, l谩grimas corr铆an por sus mejillas.

Se acerc贸 al anciano, arranc贸 un trozo de su hermoso y joven coraz贸n y se lo ofreci贸. El anciano lo recibi贸 y lo coloc贸 en su coraz贸n, luego a su vez arranc贸 un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con 茅l tap贸 la herida abierta del joven.

La pieza se amold贸, pero no a la perfecci贸n. Al no haber sido id茅nticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven mir贸 su coraz贸n que ya no era perfecto, pero luc铆a mucho m谩s hermoso que antes, porque el amor del anciano flu铆a en su interior.

Con esta reflexi贸n llego personalmente a la conclusi贸n de que el coraz贸n de Dios posiblemente se parezca al de este anciano, porque 脡l no escatim贸 ni a su propio Hijo para que fu茅ramos salvos, desde el principio de la creaci贸n hasta este d铆a su amor ha permanecido fiel. 

No hicimos nada para merecerlo y tampoco podemos hacer nada para que nos ame m谩s o menos. 

Su amor se mantiene incondicional en todo momento, a煤n cuando lo rechazamos, lo cuestionamos y pecamos.

Este d铆a decidamos empezar una nueva etapa en nuestras vidas, donde sea el amor, lo que nos mueva a realizar cada una de nuestras actividades, pero por sobre todo, a ser agradecidos con Dios por su infinito amor y agradarlo en todo momento y lugar.

"Tres cosas durar谩n para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor".
- 1 Corintios 13:13 (NTV).-

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||>> Privilegio de familia.

(Por acharles)
☆ Leer: Juan 1:6-14 ☆
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (v. 12).

Cuando estaba en la escuela primaria, en Ghana, tuve que vivir con una familia amorosa y protectora, lejos de mis padres.

Un d铆a, todos los hijos se reunieron para un encuentro familiar especial.

Primero, todos tuvimos que compartir experiencias personales. Pero, despu茅s, cuando solo se requiri贸 la presencia de los «hijos de sangre», me pidieron gentilmente que saliera.

En ese momento, la realidad me golpe贸: yo no era un «hijo de la casa». Aunque me amaban, me pidieron que saliera, porque solamente viv铆a con ellos, sin formar legalmente parte de la familia.

Este incidente me trae a la mente Juan 1:11-12. El Hijo de Dios vino a su pueblo, pero ellos no lo recibieron. 

Los que s铆 lo recibieron entonces, y los que lo reciben ahora, obtienen el derecho de convertirse en hijos de Dios.

Cuando somos adoptados en su familia, «el Esp铆ritu mismo da testimonio a nuestro esp铆ritu, de que somos hijos de Dios» (Romanos 8:16).

Jesucristo no excluye a nadie que haya sido adoptado por el Padre, sino que le da la bienvenida como miembro permanente de su familia:
"«Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios»".
- Juan 1:12.-

● Abba. Padre. Gracias por permitirme ser tu hijo y por no tener que preocuparme de que me saques de tu familia. Gracias por enviarme al Consolador en m铆 y as铆 habitar cada d铆a junto. Gracias por estar siempre a mi lado y caminar juntos en todo momento.

>> La seguridad de la salvaci贸n no la da lo que conoces, sino Aquel a quien conoces. Aquel quien habita en t铆. 

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