domingo, 19 de julio de 2015

||<< Guarda tus fuerzas para mañana >>||

(Por Brisna Bustamante S.)
☆ Leer: Mateo 6:34 ☆
"Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones.
Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy".

Cierto día un hombre olvidó su mochila en un barco. Se desesperó tratando de descubrir una manera de recuperar sus pertenencias.

–No hay nada que podamos hacer ahora- le dijo el jefe de la aldea. Mañana el barco regresará y el conductor traerá la mochila de vuelta.

-¿Y si no la trae? –preguntó ansioso.

-En ese caso- respondió el sabio jefe-, guarda tus fuerzas para resolver el problema mañana.

“Yo te dije”, “Yo sabía”, “¿Ahora entiendes?”, “Cuántas veces te lo dije” y otras expresiones comunes como éstas, no son ciertamente “buenas palabras”.

Todos sabemos muy bien que la ansiedad no soluciona ningún problema, no sirve de nada, solo causa sufrimiento; pero como humanos, pasamos horas analizando un problema cuya única solución es el tiempo.

Lamentablemente, el tiempo no está hecho apenas de segundos y minutos, sino también de horas y a veces, de meses y años.

La vida es breve y fugaz; pero eso, en vez de llevarnos al pesimismo o a la autocompasión, debería conducirnos a Aquel que permanece para siempre.

Es precisamente porque los años, “pasan pronto”, que debemos construir nuestros sueños, planes y realizaciones en la única persona que no está limitada ni por el tiempo ni por el espacio: Dios.

¿Estás enfrentando algún problema en este momento? 

¿Tiene que ver con tu matrimonio, con tus hijos, con la situación de algún ser querido, con tus negocios o con tu salud?

Después de poner el problema en las manos de Dios, pídele que te ayude a ver la diferencia entre luchar para superar las dificultades o preocuparse inútilmente con algo que, por lo menos hoy, no tiene solución.

Si tu problema no puede solucionarse hoy, duerme confiado en las promesas de Dios, y como dijo el sabio hombre: “Guarda tus fuerzas para solucionar el problema cuando el momento oportuno llegue”.

"¡Espera en Jehová! ¡Esfuérzate y aliéntese tu corazón! ¡Sí, espera en Jehová!"
- Salmo 27:14.-

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#solovedtheworld (12-19/07/05).

Amén!!
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#God #Jesus #HolySpirit
#solovedtheworld
#Love #Faith #Hope
#Holiness #BrokenChains
#GodIsGood #GodIsAble #GodIsAlive

||<< Como yo quiero >>||

(Por Marion Stroud)
☆ Leer: 2 Reyes 5:1-15 ☆
"… ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel…" (v. 15).

Dos niños jugaban a un complicado juego de palos y cuerdas.

Al rato, el más grande miró al amigo y dijo enojado: «Lo estás haciendo mal. Es mi juego y lo vamos a jugar como yo quiero. ¡No puedes jugar más!».

El deseo de hacer las cosas a nuestro modo comienza desde pequeños.

Naamán estaba acostumbrado a que todo se hiciera como él quería, ya que era el capitán del ejército del rey de Siria, pero también tenía una enfermedad incurable.

Un día, la sierva de su esposa, a quien habían capturado en Israel, le sugirió que acudiera a Eliseo, el profeta de Dios, para que lo sanara. 

Desesperado, Naamán quiso que el profeta fuera a verlo y que lo tratara con gran protocolo y respeto.

Por eso, cuando Eliseo simplemente le mandó a decir que se sumergiera siete veces en el río Jordán, ¡Naamán se enfureció!… y se negó (2 Reyes 5:10-12).

No se curó hasta que, finalmente, se humilló e hizo las cosas como Dios quería (vv. 13-14).

Es probable que todos le hayamos dicho alguna vez a Dios: «Lo haré como yo quiero», pero su manera es siempre la mejor.

Que tengamos un corazón humilde y dispuesto a escoger los métodos del Señor y no los nuestros.

Abba. Padre. Perdóname por mi orgullo y por pensar que sé más que tú. Dame un corazón humilde y dispuesto a hacer todo a tu manera.
Amén. 

«Humildad es tener una autoestima correcta». (Charles H. Spurgeon).

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