(Por Richard W. De Haan)
☆ Leer: Juan 1:1-12 ☆
«Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.» (v.12).
Un evangelista estaba tratando de ayudar a una mujer a entender Juan 1:12 y lo que significa recibir a Cristo.
«Su apellido es Franklin, ¿no es cierto?» -preguntó. «Sí» -dijo ella.
«¿Desde cuándo ha sido así?»
«Desde que mi esposo y yo nos casamos hace 30 años.»
«Dígame -dijo él- ¿cómo se convirtió en la señora Franklin?»
Ella hizo una pausa.
«Fué en la boda. El ministro me preguntó: "¿Aceptas a este hombre como tu legítimo esposo?" y yo dije: "Acepto". Con estas palabras me convertí en su esposa.»
«¿No dijo usted: "Eso espero" o "Voy a tratar fe tomarlo como esposo"?» -preguntó el evangelista.
«No -contestó la señora-. Dije "Acepto" y eso fue todo.»
El evangelista explicó que Dios quería que ella recibiera a Cristo como su Salvador, de la misma forma, en su corazón.
Finalmente la señora entendió y exclamó: «¡Qué sencillo!» preguntándose por qué no había dicho antes «Acepto».
Allí mismo recibió a Cristo como su Salvador, creyendo lo que la Biblia dice acerca de Él, que Cristo murió en la cruz del calvario por sus pecados, y que al tercer día resucitó, y que ahora se encuentra a la diestra del Padre, Dios, hasta su segunda venida.
>> ¿Has confiado alguna vez en el Señor Jesucristo para que te salve? Si no lo has hecho, di ahora mismo desde lo más profundo de tu corazón y con todo tu uso de razón (mente):
● «Señor Jesús. Hoy, en este preciso momento, me vuelvo de mis pecados y te recibo como mi único Salvador personal. Te entrego mi vida pasada a ti desde ahora. Quiero ser un seguidor tuyo. Quiero ser llamado también Hijo de Dios, y que mi nombre esté inscrito en el Libro de la vida. Hoy te abro completamente mi corazón para que vengas a habitar en mi. Quiero ser tuyo. Y ser transformado y usado día a día por ti. Gracias por este sacrificio en esa cruz. Alguien tenía que morir.
O nosotros o tu Hijo amado.
Nunca te podré estar lo suficientemente agradecido por tal regalo. Toma mi vida Dios. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén!!».
Estas son las palabras más importantes que podrás decir en toda tu vida.
Te bendigo!!
Y bienvenido a la Gran familia y maravillosa de Dios.
● La fe es la mano que debe tomar el regalo de Dios de Salvación.
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