(Por David. H. Roper).
☆ Leer: S. Lucas 9:51-56 ☆
«No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.»
☆ Romanos 12:21 ☆
Cuando Jesús empezó a preparar su camino a Jerusalén, envió unos mensajeros adelantados a que prepararan una villa samaritana por el camino para su llegada, pero la gente de allí lo rechazaron.
Cuando Santiago y Juan oyeron acerca de este rechazo, se enojaron mucho: «Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?».
☆ S. Lucas 9:54 ☆
Acababan de estar en el monte de la Transfiguración y habían visto al Señor con Moisés y Elías (S. Lucas 9:28-36).
El relato de Elías y el fuego del cielo deben haberles venido a la mente (1a Reyes 18:36-39).
Pero cuando preguntaron si podían invocar un fuerte juicio para los samaritanos, Jesús los reprendió.
NO es asunto nuestro juzgar a los enemigos de Dios. «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor».
☆ Romanos 12:19 ☆
Lo que nos toca a nosotros es hablar al mundo, e incluso a los que se oponen a nosotros, acerca de su oferta de salvación.
Pablo nos dio estas instrucciones: «Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.».
☆ Romanos 12:20-21 ☆
Debemos abrumar a los oponentes malignos con amor si podemos, llevarlos a Cristo si quieren venir, y dejar el juicio a Dios.
● El Amor es la mejor arma contra el enemigo.
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