(Por el Pr. César Castellanos).
Cuando Adán pecó, la primera ocasión en que el señor pronuncia la palabra maldición es sobre la tierra, y dice: “Maldita será la tierra por tu causa, espinos y abrojos te producirá…”.
- Gen 2:17.-
La maldición sería representada por los espinos y los abrojos, la corona que tenía Adán fue arrebatada por satanás a causa del pecado.
Jesús sabía que el camino para recuperar la corona era diferente y que tenía que ver con el derramamiento de su sangre, cuando las espinas traspasan sus sienes y brota la sangre de su cabeza, aquellas gotas tocan la tierra y esa sangre se convierte en una especie de lazo que llega hasta las manos del adversario.
Le arrebaté la corona que tenía bajo su control.
Bendita será la tierra por tu causa (sangre de Jesús), la tierra te devolverá su fruto (Apocalipsis 5:9-10).
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