martes, 11 de agosto de 2015

||>> ¿Compañerismo o competidores?

(Por Herbert Vander Lugt)
☆ Leer: Romanos 16:1-20 ☆
"Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual... ha ayudado a muchos..." (v.1-2).

El filósofo francés Jean-Paul Sartre (1905-1980), no sentía más que desdén por el concepto del compañerismo.

Veía a todo el mundo como competidores.

Según esta perspectiva, la gente siempre está luchando mútuamente en una especie de rivalidad continua.

La competencia puede ser saludable en el mundo de los negocios y el atletismo. 

Sin embargo, se vuelve perjudicial cuando las actitudes y acciones de una persona se convierten maliciosamente en servidoras de sí mismas. 

Ese tipo de competencia no debe tener cabida en un matrimonio ni en la iglesia.

Cuando los cónyuges tratan de superarse el uno al otro en una carrera, o en alguna otra cosa, el matrimonio puede verse en problemas. 

El Apóstol Pedro amonestó a los hombres de una sociedad dominada por ellos a que trataran a sus esposas  como compañeras, como «cohederas de la gracia de la vida» (1 Pedro 3:7).

Cuando alguien empieza a quejarse acerca de personas en la iglesia que siempre  tratan de dirigir las cosas, el problema podría ser la presencia de un  espíritu competitivo. 

En Romanos 16, Pablo vio a sus hermanos en la fe como compañeros, no como competidores. 

Todos los cristianos, hombres y mujeres, son miembros de la familia de Dios, y sirven a Jesús como colaboradores en la empresa más grandiosa de todas.

Compañeros, no competidores: eso es lo que Cristo quiere que seamos.

● Cuidado: la competencia puede destruir el compañerismo.

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||>> He venido a ayudar.

(Por Randy Kilgore)
☆ Leer: Santiago 1:19-27 ☆
"Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores…" (v. 22).

La vívida descripción del periodista "Jacob Riis" de la pobreza en la ciudad de Nueva York en el Siglo XIX (S.19) horrorizó a un público generalmente complaciente. 

En su libro, combinaba el texto con fotografías, a fin de que el cuadro fuera tan real que el público tomara conciencia de la angustiante existencia de la pobreza.

Por ser el tercero de quince hermanos, pudo escribir con tanto realismo porque había vivido en ese mundo de terrible pobreza.

Poco después de publicar su libro, recibió una tarjeta de un joven que comenzaba su carrera política, que decía simplemente: He leído su libro y he venido a ayudar. "Teodoro Roosevelt".

Este político llegó a ser presidente de los Estados Unidos.

Según Santiago, la fe verdadera responde a las necesidades de los demás (1:19-27).

Que nuestro corazón sea impulsado de la inacción a la acción, de las meras palabras a obras que las respalden.

Los actos compasivos no solo ayudan a los hundidos en las dificultades de la vida, sino que también pueden ponerlos en condición de recibir el mensaje de nuestro Salvador, quien ve sus necesidades y puede hacer mucho más por ellos.

● Señor, es tan fácil sentirnos abrumados, o juzgar a otros y negarnos a ayudar. Que veamos más allá de nuestros conceptos y circunstancias, y nos interesemos como tú lo haces.

>> Los demás sabrán qué significa «Dios es amor» cuando lo vean en nuestra vida.

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