(Por Telma Céspedes).
☆ Leer: Filipenses 4:13 ☆
Durante una visita al circo se pudo observar a un elefante.
En la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal, pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solemnemente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo, la cual sólo era un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra.
Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, era obvio que ese animal era capaz de arrancar un árbol del suelo con su fuerza y con facilidad arrancaría la estaca y podría huir.
La pregunta era ¿Por qué no huye? Un hombre dijo, no escapa porque está amaestrado y entonces si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?
Con el tiempo y la experiencia se pudo descubrir que el elefante del circo no escapaba porque estuvo atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse, y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
El animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez.
Y así es; todos tenemos un poco de este elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.
Vivimos creyendo que demasiadas tareas "no podemos realizar", simplemente porque alguna vez, cuando éramos chiquitos, probamos y no pudimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante: grabamos en nuestro recuerdo: NO PUDE... NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ.
¿Pero cuál es la diferencia ahora?, que Dios a través de su hijo te dio la libertad y quitó la venda de tus ojos, para que puedas ver lo que puedes hacer con su ayuda.
Dios te da las fuerzas para tirar y romper cualquier estaca.
Escapa, quítatela y declara “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
- Filipenses 4:13.-
Deja atrás los fracasos, los tropiezos y comienza de nuevo, que si tienes hoy un día más de vida es porque aún existe la oportunidad para lograr lo que sueñas, lo que Dios te mandó hacer y lo que para otras personas es imposible.
Hoy te digo que hagas todo lo posible, que de lo imposible se encargará Dios y lo lograrás.
La única manera de saber, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo tu corazón, tu fe y la fuerza de su amor.
“Si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
- Marcos 9:23.-
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