lunes, 13 de julio de 2015

||<< A pesar de todo debes seguir... >>||

(Por Soraida Fuentes)
☆ Leer: Hebreos 11:1 ☆
“La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.”

En Hebreos 11 podemos encontrar la lista de los héroes de la fe.

Dios obró en la vida de muchas personas con diferente posición social, cargo, carácter, quienes conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido.

Cerraron bocas de leones, apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada.

Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros. 

Sin embargo, versículos después vemos que otros fueron torturados, ridiculizados, oprimidos, sus espaldas fueron laceradas con látigos, encadenados en prisiones, algunos apedreados, otros fueron aserrados y no faltaron los que murieron a espada. (Hebreos 11: 36-37).

Llama la atención esta diferencia entre los que fueron aplaudidos por su fe y los que tuvieron que soportar persecución por defenderla, entonces nos preguntaríamos...

¿Qué grupo tuvo más fe?
¿Los que conquistaron reinos? o ¿los que fueron apedreados?

Pablo dice de ambos “este mundo no era digno de ellos, porque ellos pusieron su esperanza en una vida mejor que viene después de la resurrección” y no en las circunstancias temporales que tuvieron que vivir.

Te has puesto a pensar ¿cómo está tu fe? ¿Podrías conquistar el sueño que Dios ha puesto en ti? 
¿Soportarías ser torturado y aún no negar a Dios?

Estos personajes, sabían en quien habían creído, tenían firmeza, seguridad y convencimiento de su fidelidad, es por eso que obraron de esa manera.

Puede pasar que las circunstancias de la vida te hayan debilitado, y llega un punto donde la paciencia se agota; si es así, vuelve tu mirada al Creador de todo, al que tiene el control total de tu vida, a aquel que te ha prometido que estaría contigo hasta el fin.

Declara esto creyendo con todo tu corazón: “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.”
- Salmos 40:17.-

Así, tendrás nuevas fuerzas para seguir adelante. 

=*=

No hay comentarios:

Publicar un comentario